La definitiva conversión en lo que denominamos Flamenco de todo el bagaje musical, lírico y dancístico anterior se produjo con seguridad durante el siglo XIX y, preferentemente, en entornos profesionales. Tuvieran o no conocimientos de música, los primeros cantaores, tocaores y bailaores destacados compartieron escenario con otros profesionales que sí los tenían y que estaban sujetos a una tradición musical ininterrumpida, la cual aflora cuando se realiza el estudio musicológico de los cantes flamencos.
Dicha tradición era compartida, sin una separación clara entre música culta y popular, de modo que aquella bebía de géneros de extracción popular, y ésta reinterpretaba generos profesionales que se popularizaban. Precisamente en España esa separación fue más tenue y tardía que en otros países de Europa, como lo atestiguan la tonadilla escénica o la zarzuela.Los géneros musicales más antiguos de la tradición hispánica en los que se detectan rasgos rítmicos o armónicos presentes en el flamenco son dos, la Folía y la Romanesca.
Dicha tradición era compartida, sin una separación clara entre música culta y popular, de modo que aquella bebía de géneros de extracción popular, y ésta reinterpretaba generos profesionales que se popularizaban. Precisamente en España esa separación fue más tenue y tardía que en otros países de Europa, como lo atestiguan la tonadilla escénica o la zarzuela.Los géneros musicales más antiguos de la tradición hispánica en los que se detectan rasgos rítmicos o armónicos presentes en el flamenco son dos, la Folía y la Romanesca.
JUAN DEL ENZINA: "Hoy comamos y bebamos" (Folía)
ANÓNIMO: "Rodrigo Martines" (Folía)
De la primera de ellas hay constancia desde mediados del siglo XV y se trata de un esquema básico destinado a permitir la improvisación del cantor o el instrumentista. Consta de tres grandes períodos: El registrado en el Cancionero de Palacio (1474-1516), el de finales del XVI (llamada también Folía temprana) y el de segunda mitad del XVII (Folía de España). Existe un aire canario denominado igual y que ilustra la posible transición del primitivo fandango africano a través de los esquemas de la folía.
El segundo de ellos es la Romanesca, que nace en torno al 1500 y que cabe la posibilidad de que sea derivada, a su vez, de la propia folía, con la que comparte el esquema improvisatorio y el ritmo 3x4.
ALONSO MUDARRA: "Guárdame las Vacas" (Romanesca)
El segundo de ellos es la Romanesca, que nace en torno al 1500 y que cabe la posibilidad de que sea derivada, a su vez, de la propia folía, con la que comparte el esquema improvisatorio y el ritmo 3x4.
A partir de los siglos XVI-XVII, folía y romanesca (o lo que es lo mismo, intérpretes musicales educados en la tradición de ambos géneros) interactúan con toda una serie de músicas procedente de África y las Indias, así como del sustrato morisco, y cuya reinterpretación acaba derivando hacia dos géneros, la Jácara y el Fandango, que comparten tres características ritmico-armónicas con el cante flamenco posterior:
1-. Emancipación de la Dominante, de manera que el V grado (Dominante) del modo menor se va emancipando hasta desarrollar personalidad propia como grado I del modo frigio
2-. Frecuentes movimientos armónicos descendentes a través de los grados IV-III-II-I del modo frigio (La-Sol-Fa-Mi), denominado desde el siglo XIX como “cadencia andaluza”.
3-. Ritmo organizado en hemiolia (lo que erréneamente se conoce en flamenco como compás de amalgama).
Paralelamente, desde el siglo XVI la guitarra va desplazando a la vihuela como el principal instrumento de acompañamiento en el cante. La adición de un quinto orden abre un nuevo ámbito de posibilidades que permitirá, sobre todo durante el siglo XVII, un nuevo lenguaje musical específico. Alrededor de 1700 destaca, entre otros, la obra del compositor Santiago de Murcia, en la que se encuentran presentes buena parte de la técnica guitarrística flamenca: Misma afinación, rasgueado, punteado y golpes rítmicos en la tapa. No obstante la guitarra flamenca seguirá un camino complementario pero diferenciado del de la voz, incluso hasta el punto de que en muchas interpretaciones se manifesta la bimodalidad, es decir, que voz y guitarra se desempeñan en modos distintos.
Aparte del sustrato morisco que difícilmente podrá documentarse, existen una serie de aires preflamencos que tendrán prioridad a la hora de aportar sus elementos a la génesis y desarrollo de la jácara y el fandango:
-La Zarabanda:
De carácter enérgico y salvaje, se interpretaba en modo mayor y su ritmo se organizaba en hemiolia. Su esquema armónico típico es la progresión I-IV-I-V y en ella se aprecian antecedentes de la Guajira y las bulerías en modo mayor. Se acompañaba con castañuelas, guitarra y mucha percusión.
GASPAR SANZ: Zarabanda
-La Chacona:
De características similares a la zarabanda pero basada en los acordes I-V-VI-V o I-V-VI-IV-V
-Los Canarios:
Desde mediados del siglo XVI hay referencias de nativos canarios danzando por las calles de Sevilla (memoria que queda en la calle Canarios, cerca de la Puerta de la Carne), los cuales incorporarán a los bailes de la época el zapateado vigoroso de punta y talón que será adoptado por los bailarines educados en la tradición musical europea. Su armonía es en modo mayor con el esquema preferente I-IV-I-IV-V-I, en ritmo ternario hemiólico y en la órbita sonora dela Guajira.
GASPAR SANZ: Canarios
-El Cumbé:
De metro hemiólico, va en modo Sol y con frecuencia el VII grado rebajado, lo que permite su interpretación en Sol mayor con inflexión a Do mayor, o Sol mayor a modo mixolidio. Su parecido con la guajira es muy notable.
-El Zarambeque:
Modo mayor en acordes I-IV-VII-I sobre ritmo ternario con fuerte acentuación en el 2º tiempo y subdividido en hemiolia. También guarda un cierto parecido con la guajira.
De este modo lo que tenemos es que durante el Siglo de Oro se terminan de desarrollar los dos géneros musicales que más influencias estructurales transmitirán a los palos flamencos.
El primero de ello, como ya dijimos es la Jácara, cuyo nombre proviene de la denominación que recibían en germanía la tropa de pícaros, chulos, delincuentes y demás gente marginal que abundaban en los arrabales de las principales ciudades españolas de la época y en particular en la Sevilla puerto y puerta de Indias; quizás en las coplas y melodías procedentes de estos ambientes pudo elevarse al mundo musical hispano el sustrato orientalizante que siempre se detectó en la música flamenca desde sus inicios y que pudo operarse por influencia morisca. En torno a estos personajes se erigió todo un género satírico-burlesco que en muchos sentidos anticipa la moda castiza dos siglos posterior, y que se extiende por el cante, el baile, el teatro y la instrumentación.
ANÓNIMO: "No hay que decirle el primor" (Jácara)
ANTONIO DE SANTA CRUZ: Jácaras
Musicalmente la jácara se interpreta en modo menor y frigio, con disonancias y en ritmo de hemiolia. En sus patrones ritmico-armónicos se detectan antecedentes de la siguirilla, la liviana, la serrana, la petenera y las bulerías en modo menor.
El segundo de ellos, y acaso el más importante, es el Fandango, el palo flamenco documentado más antiguo y de cuyos aconteceres tenemos noticia intermitente durante los últimos tres siglos. Su origen es afroamericano y aunque cabe deducir influencias árabes por vía morisca no están documentadas. Probablemente viajó a América con los contingentes de esclavos y allí recibiría las influencias de la música hispana tradicional, retornando a caballo de los siglos XVII-XVIII como género indiano. Su armonía deriva de la folía y la romanesca mientras que sus melodías pudieron proceder del mundo afroamericano o del sustrato arabizante.
SANTIAGO DE MURCIA: Fandango para guitarra (versión con palillos)
SANTIAGO DE MURCIA: Fandanguito (versión Jarocha)
LUIGI BOCCHERINI: "Fandango G448"
Armónicamente es bimodal; está en modo mayor/menor menor terminando en el I grado del modo frigio dando como acordes básicos IV-I-VI-III-IV-III-II-I. Su ritmo es ternario que, en ocasiones, se divide en hemiolia a lo largo de la pieza. Se acentúa en los tiempos 2º y 3º y el reposo armónico de la progresión armónica descendente en modo frigio recaen también en el 3º tiempo.
Esta última característica se presenta de idéntica manera en soleares, cañas y polos flamencos. Esto es así porque a mediados del siglo XVIII los elementos musicales de la jácara y el fandango confluyen en el Polo preflamenco, que durante un siglo tuvo un gran éxito dentro y fuera de los escenarios.
MANUEL DEL PÓPULO: "Yo que soy contrabandista" (Polo)
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Antonio y David Hurtado: "La Llave de la Música Flamenca" Signatura Ediciones
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